Editorial: ESPASA
Páginas: 352
Año: 2014
Calificación: 5 de 5
¡Feliz Navidad! Mi regalo para vosotros es una magnífica entrada sobre un magnífico libro que me ha quitado el sueño durante una semana, ‘No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas’, el título ya es brutal. Directo, con garra, gracioso… de esos que hacen que te pares cuando paseas por una librería, además la portada también contribuye a ello: dos flamencos rosas sobre un fondo blanco. ¡Precioso! Pero… ¿Sabéis qué es lo mejor de todo esto? Que el libro no decepciona, es más: ¡supera las expectativas previas! Es tan bueno como promete su título.
Primero de todo os voy a hacer una breve sinopsis. Sara es una chica de 30 años que empieza a ver como su vida se desmorona de repente. Su negocio como plumista no funciona, su padre decide ir a vivir con ella porque está pasando un bache matrimonial, su hermana también se apunta al cotarro y se instala en casa de Sara, que de pronto parece un hotel. A todo esto, también se une a la fiesta el novio de la protagonista, al que hacía un año que no veía. Su vida se convierte en un caos, en la que parece que cada acontecimiento es peor que el anterior. Que todo se acaba, que su vida es como el Titanic: un naufragio.
Una vez planteada esta situación parece que vaya a ser más un drama que otra cosa. Pues no, Laura Norton consigue hacerte reír con cada escena (excepto en una o dos que hacen que te emociones un poco). Yo personalmente no he podido parar de reír (en ocasiones a carcajada limpia), ¡qué bien que me lo he pasado! He disfrutado cada una de las 352 páginas del libro, cada una de las escenas, a cada cuál más loca y me he enamorado de todos los personajes, cada uno con una personalidad muy fuerte y única.
Uno de los personajes principales que más me ha gustado es Lu (hermana de Sara), una chica de 19 años rebelde, muy dramática, caótica y que pierde los nervios con mucha facilidad y cuando esto sucede pero a pesar de sus defectos es dulce y divertida e intenta ayudar en lo que sea a su hermana.
Bajo mi punto de vista, esta novela te enseña a reírte de todas las cosas malas que en un momento u otro pueden ocurrirte en la vida. Y sobre todo, a no culpar de lo que te sucede a algo externo como es el karma. Seamos sinceros, todo nos ocurre por alguna razón y seguramente esa razón sea cosa nuestra, fruto de alguna acción que hayamos tomado, buena o mala. Es la ley de causa y efecto, y el karma no tiene nada que ver con ella. El trasfondo de la historia nos dice básicamente que nosotros somos la primera y última razón de todo lo que nos pasa. Y esto es un punto positivo, esta novela, además de hacer que pases un buen rato, consigue hacerte reflexionar.
S.
Primero de todo os voy a hacer una breve sinopsis. Sara es una chica de 30 años que empieza a ver como su vida se desmorona de repente. Su negocio como plumista no funciona, su padre decide ir a vivir con ella porque está pasando un bache matrimonial, su hermana también se apunta al cotarro y se instala en casa de Sara, que de pronto parece un hotel. A todo esto, también se une a la fiesta el novio de la protagonista, al que hacía un año que no veía. Su vida se convierte en un caos, en la que parece que cada acontecimiento es peor que el anterior. Que todo se acaba, que su vida es como el Titanic: un naufragio.
Una vez planteada esta situación parece que vaya a ser más un drama que otra cosa. Pues no, Laura Norton consigue hacerte reír con cada escena (excepto en una o dos que hacen que te emociones un poco). Yo personalmente no he podido parar de reír (en ocasiones a carcajada limpia), ¡qué bien que me lo he pasado! He disfrutado cada una de las 352 páginas del libro, cada una de las escenas, a cada cuál más loca y me he enamorado de todos los personajes, cada uno con una personalidad muy fuerte y única.
Uno de los personajes principales que más me ha gustado es Lu (hermana de Sara), una chica de 19 años rebelde, muy dramática, caótica y que pierde los nervios con mucha facilidad y cuando esto sucede pero a pesar de sus defectos es dulce y divertida e intenta ayudar en lo que sea a su hermana.
Bajo mi punto de vista, esta novela te enseña a reírte de todas las cosas malas que en un momento u otro pueden ocurrirte en la vida. Y sobre todo, a no culpar de lo que te sucede a algo externo como es el karma. Seamos sinceros, todo nos ocurre por alguna razón y seguramente esa razón sea cosa nuestra, fruto de alguna acción que hayamos tomado, buena o mala. Es la ley de causa y efecto, y el karma no tiene nada que ver con ella. El trasfondo de la historia nos dice básicamente que nosotros somos la primera y última razón de todo lo que nos pasa. Y esto es un punto positivo, esta novela, además de hacer que pases un buen rato, consigue hacerte reflexionar.
S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Este blog se alimenta de comentarios así que no dudes en escribir lo que piensas! Nos encanta leerte y siempre contestamos.